¡Hola a tod@s! Sí pensaba que en verano iba a ser libre completamente y podría tener tiempo para lo que quisiera, me equivoqué. Aunque, si algo haré, será tener libros por todos lados.
Para empezar, este verano me tengo que dedicar a hacer un trabajo llamado Treball de Recerca (Trabajo de Búsqueda) que hacemos los alumnos de bachillerato de Cataluña y que consiste en, centrándose en un tema que escoges tú, ampliar y profundizar la materia. A partir de una hipótesis, desarrollas el resto del trabajo, que tiene que ocupar unas cuantas muchas páginas. Y mi tema del trabajo gira en torno a la literatura referente a los campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial, cuando la dictadura de Hitler, por lo que tengo que leerme (y ya me estoy leyendo) tres o cuatro libros como mínimo.
Para seguir, estoy haciendo unas prácticas en la biblioteca de un municipio cercano al mío. Lo que significa que estoy rodeada de libros a todas horas. Y la verdad es que me encanta. Si bien el trabajo se puede hace un poco duro en algunas ocasiones, estar catalogando libros, ordenándolos o recomendando cuentos a los más pequeños me encanta. Y cuando sea septiembre y se organicen las horas del cuento, ¡ni te digo!
Finalmente, me he puesto ya a escribir una novela que tenía en mente desde hace meses. ¿Os acordáis del relato relacionado con la nieve? (Sí, aquel relato con el que os he dado tanto la tabarra y del que no habéis leído ni una línea… Laura, ya te vale). Pues de allí saqué la idea. No llevo mucho escrito, y me echo bronca mentalmente por ello porque debería llevar más, pero bueno.
¿A que tenía razón? ¡Libros por todas partes! Suerte que tengo tiempo para escribir cosillas, que sino no sé cómo me lo haría para seguir con el blog.
Espero poder volver pronto para dejaros por aquí alguna fotografía, noticia o relato.
¡Hasta entonces!
Escritos, relatos y otras historias 