Lucchetti

Una de las palabras que aprendí en mi viaje a Italia (del que pronto hará un año) es lucchetto, es decir, candado.

«¿Y cómo es que aprendiste esa palabra, Laura?», os preguntaréis. Pues bien, la cosa es que en Florencia hay un puente muy famoso llamado Ponte Vecchio (Puente Viejo) que cruza de lado a lado el ancho río Arno y que alberga una leyenda. La misma dice que, si una pareja pone un candado en alguna parte del Ponte Vecchio y después tira la llave al río, su amor durará para siempre.

Por ese mismo motivo, alrededor del puente hay cientos de candados encadenados con los nombres e iniciales de las múltiples parejas de amantes que han pasado por allí. Claro que, de vosotros, no me atrevería a hacerlo actualmente, ¡porque está prohibido! El ayuntamiento de la ciudad tuvo que tomar esta decisión porque la gran cantidad de candados que la gente ponía acabó dañando el puente y tuvo que retirar muchos de ellos. Aún y así, todavía quedan muchísimos de los candados que turistas y no tan turistas colocaron.

A todo esto, seguiréis preguntándoos por qué aprendí la palabra. Resulta que, aunque la guía nos contó la historia, fui yo misma la que preguntó a una mujer que vendía candaditos de recuerdo cómo era el nombre. Y mira tú, que se me quedó la palabra. Hablar italiano no sé, pero decir candado sí.

Hasta aquí la entrada de hoy. Espero que os gusten las fotografías, -son mías las dos-. ¡Comentad, valorad, compartid! (Os lo agradeceré ^^). ¡Hasta la próxima!